En estos más de 20 países se albergan cerca de 30 conflictos armados, que lejos de resolverse, se van enquistando con el paso y el silencio del tiempo.Un tiempo que no nos hace actuar y aún menos reflexionar.
Como consecuencia de estos conflictos bélicos se calcula que entre el 80% y el 90% de las personas que mueren o sufren lesiones son "civiles" y para más detalle la mayoría de este porcentaje está representado por la muerte de mujeres y niños.
Hoy, como un día cualquiera más, queremos recordales y hacerlos visibles pero sin olvidar lo que son: personas.
Los nadies
Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque le pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesania.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.
Eduardo Galeano.
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