sábado, 5 de septiembre de 2009

OTRAS REDES DE COMUNICACIÓN

Luis Humberto Soriano es un hombre de Bogotá, Colombia.
De profesión maestro de escuela y ante sus escasos éxitos que como profesor cosechaba entre sus alumnos, decidió un día averiguar a que se debía tal fracaso.
Con el tiempo descubrió que los niños que acudían a sus clases no podían hacer los deberes porque los únicos libros que habían visto en sus vidas eran los que él enseñaba en clase.
Ante esta problemática situación, se acordó del viejo burro que dormitaba en las cuadras de la casa de labraza de sus padres y pensó que podría llenar de libros sus alforjas y acercándose a las veredas del departamento de la Magdalena durante los fines de semana, ofrecería a los niños un mundo maravilloso.
Así nació la idea y pronto cuajo entre los pequeños, dando lugar a un proyecto que en la actualidad se ha extendido a otras zonas incluso a Sierra Nevada de Santa Marta.

“Ahora tenemos 22 burros que recorren las veredas ofreciendo un mundo de palabras escritas. Un mundo que permite a los niños traspasar las montañas en las que habitan y volar a través de las letras. En mi casa las camas ya no tienen patas. Las sostienen los libros que llevo los fines de semana a los cientos de habitantes que se acercan a las bibliotecas de cuatro patas”.