jueves, 23 de julio de 2009

SAFIA

El pasado 8 de Julio tocaba tierra el programa
“ Vacaciones en Paz 2009 ” en la isla de Tenerife, en concreto, en el municipio de Candelaria (Caletillas) para recibir a Safia, una niña saharaui de la willaya 27 de febrero de los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf.
A Safia, que ya había estado en Canarias más de un año y medio por problemas de epilepsia, la esperaban en el aeropuerto su madre canaria Toya y toda su familia de acogida, para por segundo año consecutivo, pasar el verano alejada del inhóspito desierto argelino.
En el momento mágico del encuentro, Safía además de portar la esperanza del pueblo saharaui en el inmenso brillo de sus ojos, guardaba entre sus pocas cosas personales una carta para Gran Angular procedente de la familia Lelisan (también de la willaya 27 de Febrero) que tan amablemente nos ha hecho llegar Toya y que desde aquí le agradecemos.
A toda la familia Lelisan (Maya, su madre y hermanas y al pequeño Salam) tuvimos el inmenso placer de conocerla y disfrutar de su hospitalidad en un viaje a los campamentos de refugiados, hace ya algunos años, con el objetivo de realizar un documento gráfico en los territorios liberados de Tifariti.
Esta agradable sorpresa, en forma de carta, vuelve a posicionarnos en la afirmación de que no podemos olvidarnos de las causas injustas en el mundo y aprovechamos para resaltar el mensaje de este bonito detalle de Safia que en definitiva nos viene a decir que: “No hay camino para la paz, la paz es el camino”.

2 comentarios:

  1. La frase de Mahatma Gandhi es precisa. Sin lugar a dudas la paz es el camino, aunque a veces los caminos de los pueblos desaparezcan por la opresión y la injusticia. La paz siempre es posible y necesaria.

    ¡Ojalá que esa esperanza florezca y se haga realidad!

    Un abrazo

    Jose

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  2. Soy Acerina..."hermana"de acogida de Safia..muchisimas gracias por estas palabras q tan ciertas y acertadas son...tan poco que tienen y tanto q dan...por eso jamas perdere la esperanza de q tanta generosidad tendra su recompensa.

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