
Ahora, los saharauis, están empeñado en que surja del arenoso terreno calcinado por un sol abrazador, una enorme pantalla de cine donde proyectar sus historias. Es increíble como este pueblo transforma la ayuda internacional en pozos, granjas, huertas, y ahora en cine.

El comentario viene al caso porque se está construyendo en Tinduf una Escuela de Cine que posiblemente abrirá sus puertas a finales de año.
La intención está muy reflexionada y no quedará en un sinfín de piedras amontonadas. Será un proyecto ilusionante apoyado desde España que dotará a la Escuela con todo el material necesario para que en ella se puedan impartir las clases teóricas y prácticas en todas las ramas del séptimo arte.

Las cimentaciones que aparecen en las fotografías pertenecen a la Escuela de Cine Saharaui, que se construye en el campamento 27 de Febrero, que a buen seguro, se convertirá en el germén del Instituto de Cinematografía Saharaui.