sábado, 10 de abril de 2010

OMAR AHMED

VUELVE EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DEL SAHARA OCCIDENTAL

Por Omar Ahmed: director de cine y teatro del Ministerio de Cultura de la RASD.

En el próximo mes de abril vuelve a este sufrido pueblo saharaui, la esperanza solidaria representada en forma de Festival Internacional de cine del Sahara occidental. Del 26 de abril al 2 de mayo, el pueblo saharaui se aislara de su realidad, podrá reír y llorar con obras de arte cinematográficas de todas las partes del mundo, con que nos tiene acostumbrados este solidario festival. La anfitriona de este nuevo evento cultural sigue siendo la wilaya de Dajla ubicada en un alejado oasis del desierto argelino, próximo a la frontera con el Sahara occidental.
El Festival Internacional de Cine del Sahara occidental, va por su séptima edición, este festival subgéneris, por ser el único en el que los participantes no vienen a competir, sino, aportar y a ofrecernos lo mas bello de la solidaridad con un pueblo que como el nuestro sufre durante 34 años el abandono de la comunidad internacional y su “renombrada legalidad”.
Este evento cultural después de siete años de existencia,( se celebro por primera vez el año 2004,) a logrado implantar en los campamentos de refugiados saharauis una nueva forma de enfocar la cinematografía ya no como, entretenimiento y ocio, si no, como un factor necesario para conservar y arraigar la identidad cultural saharaui.
El Fisahara desde sus inicios, ha tenido como uno de sus principales objetivos promover el encuentro regular de jóvenes saharaui con el arte cinematográfico y con cineastas foráneos que con sus obras enriquecen la visión cultural y artística de los mismos. En el festival se realiza un conjunto de proyecciones, talleres, conferencias y mesas redondas destinadas a intercambiar y ampliar conocimientos relacionados con el desarrollo, perspectivas y tendencias culturales y artísticas destinadas esencialmente a la población joven saharaui.
Después de 7 años el festival nos puede presentar un reducido grupo de jóvenes saharaui que están intentando hacer sus pinitos en el arte cinematográfico, formados en esporádicos talleres, promovido por este mismo festival y su contraparte saharaui, el Ministerio de Cultura. Durante todo este tiempo estos jóvenes, han sabido asimilar las técnicas cinematográficas y presentarnos pequeños trabajos sobre la realidad saharaui desde una visión genuinamente nuestra.
A pesar de las voces asépticas que surgieron en los inicios de este festival, que consideraban que el Fisahara era una empresa que no tenia razón de ser, en una situación de exilio y resistencia como en la que esta involucrado el pueblo saharaui. El proyecto cinematográfico vinculado al Fisahara, ha demostrado ser capaz de acallar estas discordantes voces.
Los continuos esfuerzos de este evento cultural han dado sus resultados concretos:
· creación de una plataforma cultural que ha aglutinado y sensibilizado a gran parte de personalidades de diferentes países vinculados al arte cinematográfico, con la causa saharaui y ejemplo de ello es el rol importantísimo que tuvo esta plataforma en el buen y feliz desarrollo del caso Haidar.
· Siete años después y tras el éxito de las actividades de tipo didáctico desarrolladas en torno al festival, fundamentalmente talleres de formación, y observando la fuerte demanda educativa de este tipo, entre la población joven. Para cubrir esta necesidad, se ha construido el primer centro cinematográfico saharaui la “Escuela de Formación Audiovisual ABIDIN KAID SALEH”.
· El festival internacional del Sahara ha desarrollado fuertes vínculos con otros festivales de cine, entre ellos podemos citar; el Festival Latinoamericano de la Habana, el Festival de San Sebastián, el Festival Africano de Tarifa, el Festival de Cortos de Aguilera del Campo, el Festival de Cortos de Santa Lucía, entre muchos otros. Logrando con ello que la cuestión saharaui sea un tema de discusión y debate permanente, en todos estos hermanos festivales.
Si el festival no hubiera logrado todos estos objetivos, bastaría con el de servir, como sirve, de marco oportuno para dar a conocer la heroica y legitima lucha de este pueblo. El Fisahara ha actuado como verdadera fuente de información sobre la historia y la realidad saharaui, promoviendo la solidaridad con nuestra lucha y desenmascarando continuamente la propaganda del enemigo. Demostrando una vez más que la cultura no tiene colores, ni ideologías.
El Fisahara es una hazaña, pero esta hazaña no es solo del pueblo saharaui, y esta característica es su mejor particularidad. Es la hazaña de una gran plataforma de artistas solidarios con las causas justas, como, la del pueblo saharaui.
Que este festival sirva al fortalecimiento de la solidaridad, que sirva a la liberación de este pequeño y luchador pueblo, que sirva a la historia, que sirva en definitiva a la vida.
Bienvenido FISAHARA, bienvenidos compañeros.