
El llamado cine español ha sido objeto, durante los últimos años, de airadas y polémicas discusiones relacionadas con la subvención bien de espacios de proyección, bien de certámenes o bien de directores y autores cinematográficos.
En medio de una crisis económica mundial, son muchos quienes abogan por reducir a la mínima expresión las subvenciones que se conceden a la promoción de la cultura, ya que, según esas mismas opiniones, esos fondos públicos deberían destinarse a otros fines sociales o para la recuperación de la economía. Pero, ¿

Quienes apoyan las tesis de reducción o eliminación de subvenciones para la promoción de la cultura suelen hablar del poco peso del cine español en el ámbito internacional. Sin embargo, el cineasta y actual Presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Alex de la Iglesia, considera que la calidad no tiene que ver con el número de entradas que se vendan y que el cine español debería aprender la exitosa fórmula del cine estadounidense: "si se trata de un drama, que tenga al menos un final feliz".

Ahora bien, como miembros de una asociación cultural y convencidos de la importancia y la necesidad de fomentar la cultura en nuestra sociedad –bien mediante subvenciones públicas o privadas–, nos surgen preguntas que queremos compartir y cuyas respuestas queremos comparar:
¿Se deben subvencionar los espacios de proyección o los proyectos individuales de directores?
¿Se deben subvencionar certámenes que premian obras individuales o las muestras que proyecta cinematografía variada y que animan y fomentan la creatividad y la difusión del cine?